...Alexander Guillén…
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La ilusión del diestro está
centrada en conquistar el Sol de Oro
como el torero triunfador de la feria
del Sol de Mérida.
Por. Freddy Ramírez
“Garapuyo”
El Sol les ilumina… |
Es febrero, el mes del Carnaval Taurino de América, Feria del Sol,
Mérida 2020, es viernes 15, 30 minutos antes del amanecer, el torero Alexander Guillén, con
el caballo aperado, ensillado se
apresta a salir al campo en compañía de Emilio Quiñones el Mayoral de la
ganadería Los Aranguez. La noche
anterior, unas siete horas atrás,
-10 pm- el descanso y el silencio se rompía con sonidos de
escalofrió: el pitido de los
toros desde el potrero el “matorita” despertaba alarma haciendo que
los vaqueros, Ignacio y Alexander “armados de valor” con poderosas lámparas salieran en tropel al campo abierto. La pérdida
de varios toros (12) en manos de los cuatreros, en junio 2019, mantiene en alerta a
todo el personal de la ganadería Los Aranguez.
Emprendiendo
la jornada
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La vida del campo en
Venezuela no anda bien, la delincuencia hace que hoy dia muchas fincas, haciendas y hasta los pequeños fundos se estén quedando
solos o se vendan; el secuestro, la extorsión, el pago de vacunas y demás hacen estragos en las
unidades de producción. Desde estas
páginas reconocemos lo valiente y afición que han tenido los señores
Jesús y Monchito Riera por mantener
activa en el tiempo sus fincas, sobre todo la de bravos, una verdadera aula abierta para estudiantes
(pasantes) de Universidades, Escuelas
técnicas, Politécnicos y para todos los alumnos de la escuelas taurinas.
Ganadería donde se forja y sueña
mejor vida como torero Alexander Guillen, quien aprovecha para agradecer a los
señores ganaderos por haberle abierto los portones de su finca.
… es verano, resalta las xerófilas, poco verde, la flor adorna el ocre terroso dando marco a madres con sus crías… |
Esto es solo el
comienzo del trascurrir diario de un torero, que
trabaja y a la vez se prepara
curtiéndose en el
abrazador y campo bravo; que va desde
distraer una vaca, mientras Ignacio con la agilidad del caso, sanea un ombligo, vacuna y censa a un recién nacido; cuentan minuciosamente el
ganado y a la vez apartan un toro herido en
una riña.
La
ganadería de bravos Los Aranguez es un
auténtico reservorio natural, ecosistema
donde reina el equilibrio entre las especies, desde una Macaurel, el caballo hasta el Rey de la fiesta.
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Más tarde suministran alimento concentrado a toros, novillos y vacas allí observan
un becerro que hay que salvar de
una gusanera producto del último herradero.
Es fin de semana y hay que ir en procura del mercado, medicinas y vacunas; volteando la semana es la Feria del
Sol, hay que tramitar en Carora la guía de movilización de los toros y novillos que se correrán en la Feria del Sol.
Las sensaciones de aquel día para Alexander han sido plenas, temprano en la mañana había
estado muy cerca de los toros, el
“mandamás”, esta vez dejó comer
tranquilo a los compañeros de camada, en
ocasiones alguno se envalentona planteando riña, habiendo peleas mortales, cuando esto sucede no hay
quien los desaparte…
Confiesa Alexander: “hoy
vi los toros más serios
y grades que nunca y eso que todos los días los veo”; obvio la
fecha se acerca -domingo 23
febrero, segunda corrida del carnaval
taurino-. Para Alexander es emocionante pensar que será parte del cartel donde se lidien los toros de los Aranguez a los que ha visto nacer y crecer.
Madres
y crías…
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Un tanto inquieto, quizás
preocupado el torero describe el encierro: “en el campo los toros se ven muy
tranquilos, alguno se encampana, se mosquea cuando llegamos a darles comida, la corrida está muy bonita, van dos cárdenos,
un berrendo y cinco negros; la corrida está muy igualada; largos, descolgados, en tipo de la casa; toros que podrían llegar a los corrales de la plaza,
promediando los 450 kilos de peso, en
dos palabras, me gusta la corrida!”. Van hijos de “Tempranillo, “Tintorero” y “Leones”,
ojala y me toque en suerte un hijo de
Leones!... ¿Cuál de todos?... Después del sorteo te digo”
El torero de Mérida, muy
seguro afirma: “los ocho toros serán de fiesta grande, anótenlo, ese trofeo
a la mejor ganadería y toro tiene
nombre”…
Con el Sol de los venados
bordeando el “placita”, potrero
que precisamente da al coso de tientas, aquel hombre de campo
con una jornada más en su espalda, se quita la ropa de
brega, sombrero, para enfundar una
más ligera, ahora Alexander es el torero que toma sus trastos para
dibujar faenas a uno de los toros soñados, ojala y sea el que le
permita en Mérida conquistar el codiciado trofeo
Sol de Oro como el torero triunfador de la Feria del Sol, para tal, hay
que estar preparado y dispuesto… Suerte y éxitos...